Gracias al convenio firmado con el Consell de Formentera, la Fundació Illes Balears se alegra de poder contar un año más con los servicios de gran valor de María Mayans para recibir a los visitantes del Molí Vell de la Mola con el cariño y la profesionalidad que la caracterizan. María siente como suyo el molino donde tantos años ha trabajo codo con codo con su marido Joan Torres (Joan des Moliner), pasando muchas noches en vela, y su relación con él le permite documentar las visitas aportando sus conocimientos y sus vivencias.
No sólo para María sino para el pueblo entero de Formentera, el molino de harina representaba una forma de vida en la que moler el trigo para hacer pan marcaba su día a día; el Molí Vell de la Mola, construido en 1778, dejó de girar con la fuerza del viento en 1964 con la aparición de los motores. Por ello, María se siente feliz cuidando el molino, con su nieto Jordi, y enseñando su funcionamiento a todos los grupos de estudiantes que se acercan, explicándoles el trabajo de antaño del molinero: saber de dónde viene el viento, colocar las velas en las aspas, ajustar la muela…etc.
A pesar de sus 81 años, María sigue al pie del cañón, con nosotros, y sigue siendo la guía perfecta de una de nuestras propiedades, el Molí Vell de la Mola, catalogado Bien de Interés Cultural. ¡Sirva este pequeño homenaje para agradecerle toda su dedicación!