Pese a la difícil situación económica que atraviesa, la Fundació centró todos sus esfuerzos, durante el 2020, en el mantenimiento de sus inmuebles para que, cuando puedan abrir de nuevo al público, lo hagan con seguridad.
Una de sus prioridades ha sido el Molí Vell de la Mola. Dos de las seis antenas estaban en mal estado por estar al aire libre y expuestas al viento. Se consideró la necesidad de realizar una restauración a fondo. Con las primeras acciones preparatorias, una de estas antenas se rompió y ha arrastrado a otras dos, por lo que se decidió desmontar todo el conjunto de palas y renovarlo.
Los trabajos de restauración debían realizarse respetando en la medida de lo posible las técnicas y materiales característicos de la maquinaria original del molino; por eso la Fundación encargó estos trabajos a Jaume Escandell y Francesc Torres 'Moliner', personas con conocimientos y experiencia en acciones similares, y que previamente habían trabajado junto con el último molinero, Joan Torres Mayans 'Moliner', en la restauración de otros molinos de las Pitiusas.
